Desperté con una sonrisa en la cara. Una sonrisa con varios significados. Lo primero, había dormido plácidamente, lo segundo, pude ver que unos rayos de luz solar intentaban alumbrar mi habitación pero eran impedidos por mi cortina terciopelada, la tercera razón era que era viernes ¿quién no se alegra por un viernes? Y la última, y tal vez más importante de las razones, era que ese viernes se terminaría mi castigo, eso significaba que no vería más a Cooper, exceptuando las cenas con mis padres.
Llegué temprano a la escuela (el estacionamiento estaba casi vacío) y me estacioné al lado de la van de Ryan. Pude haberme quedado un rato adentro de mi auto pero quería salir rápido para sentir el calor del sol, que sabía que no duraría mucho tiempo. Ya estábamos a mitades de Octubre y el otoño ya había empezado a colorear los árboles en matices rojizos y ya empecé a cambiar mi vestuario de poleras de tirantes o de manga corta a poleras de manga ¾ y a sweaters ligeros. Me apoyé en la puerta de mi auto y cerré los ojos tirando mi cabeza para atrás, para poder llenarme de vitamina D. Respiré hondo y disfruté del sol durante unos minutos, total quedaban más de veinte minutos para que se diera inicio a las clases. Cuando ya creí estar lista abrí los ojos. El estacionamiento ya estaba casi lleno. Llegué casi corriendo al salón de Biología y saludé a Alison que estaba en la misma clase y era mi compañera de asiento.
-Buenos días. –la saludé.
-Hola. ¿Estudiaste para el trabajo en clases?
-Síp, ¿tú? –su expresión se tornó algo complicada.
-Intenté, hacerlo. –la miré entrecerrando los ojos, mi amiga estaba cada día más rara. No tenía puras A en la escuela pero siempre estudiaba si había un examen, un trabajo importante o cualquier otra tortura escolar. –Bueno, ¿me ayudas a repasar en estos –dijo mirando su reloj. -cuatro minutos y medio?
-Claro.
Repasamos rápidamente y Alison tuvo que repetirse varias veces algunas de las estructuras celulares. El trabajo fue individual pero igual traté de ayudar a Alison cuando pensaba que el profesor no se daba cuenta. Alison tenía unas expresiones algo extrañas, arrugando demasiado el rostro, lo cual significaba que estaba complicada, y, cualquiera que conozca bien a Alison sabe que se frustra con facilidad. Por eso hice lo posible para que eso no sucediera.
Tampoco estuvo muy fácil que digamos, pero por lo menos pude terminar de identificar todas las estructuras celulares.
Al terminar la hora Alison suspiró.
-¿Muy difícil? –le pregunté.
-Noooo. –dijo con sarcasmo. –Si estuvo más fácil que la tabla del 1. –me reí.
-Me toca Trigonometría. ¿A ti? –le pregunté guardando mi estuche en el bolso.
-Arte. –dijo contenta.
-Nos vemos en el almuerzo. –me despedí y caminé a la siguiente clase.
Nuevamente nuestra mesa en la cafetería estaba casi vacía.
-Y… ¿Qué harán en la noche? –preguntó Alex.
-Iré a ver a Dan –dijo Abbie.
-¿Sigue con influenza? –pregunté.
-Sí.
-Pobre, ha estado enfermo casi todo lo que lleva del año. –dijo Alison.
-Me pregunto, ¿cómo tiene buenas calificaciones faltando tanto? –preguntó Bethany. Luego le apunté a Abbie.
-Ah, había olvidado de que novio hablábamos. –Abbie rió luego de escuchar las palabras de Bethany.
-He de admitir que lo he estado ayudando un poco. –confesó.
-¿Y ustedes? ¿Qué harán? –volvió a preguntar Alex.
-Yo saldré. Estoy ocupada. –respondió Bethany.
-¿Con quién, si se podría saber Beth? –preguntó jocosa y con los ojos burlones.
-Con, con, -se puso algo nerviosa. –con mi hermano.
-Ah. –dijo Alex. Nadie se lo tragó.
-Ali, ¿Qué harás tú? –preguntó Abbie.
-Yo… iré a casa de Charlie. –se me cayó el tenedor de la mano. Luego sentí que alguien me pegó en la pierna por debajo de la mesa. Tuve que toser para ocultar el dolor.
-Sí. Ali-a-mi casa-ir –dije entre tosidos.
-¿Y por qué yo no? –rayos qué decía ahora. Miré a Ali pero a ella tampoco se le ocurrió algo.
-Ah, ya entiendo.
-¿Si? –preguntamos con Alison al mismo tiempo.
-Sí. Van a hacerme algo sorpresa por mi cumpleaños.
-¿Tu cumpleaños? ¡Ah! Sí. Nos atrapaste.
-Lo siento Charlie, pero ustedes dos son muy evidentes.
-Sí, claro. –dijimos.
Era la primera vez que veía a Alison mentirle a Alex, a su melliza. Lo dejé pasar porque luego del almuerzo me tocaba el “examen sorpresa” de Español, que casualmente se repetía viernes de por medio. Y tuve que repasar la materia en mi mente mientras me alimentaba.
Al final de las clases, busqué a Alison porque me acordé de que todavía me quedaba un día de castigo.
-Ali. –dije al encontrarla.
-Mande. –dijo cerrando su casillero.
-Esto… creo que te podrás ir ahora mismo a mi casa porque, bueno, yo…
-No iré a tu casa.
-¿No?
-No, dije eso porque… Ok, no puedo decirte ahora porque se me hace tarde, pero…
-No te acomplejes. –le dije mirando la hora en mi celular. Suricatos con corbata, estaba atrasada. –Me explicas después, ¿vale?
-Ya.
Llegué casi trotando a la cafetería.
-Llegas tarde. –me dijo alguien cerca de mí. Salté del susto. No me había dado cuenta que estaba acompañada, bueno, tampoco me lo esperaba.
-Tú no llegaste ayer. –le respondí en mi mente a Cooper.
-Tú tampoco lo hiciste el miércoles. –me respondió. De nuevo había pensado en voz alta. No me gustaba discutir, pero él me lo ponía tan difícil.
-No fue mi culpa. –dije malhumorada mientras comenzaba a limpiar las mesas.
-Tampoco fue la mía. –dijo dudando.
-Sí, claro. –dije con ironía.
-¿Por qué no me crees? –dijo limpiando las bandejas.
-Bueno, saltarte un castigo por, no sé yo, ¿salir con ti noviecita, tal vez?
-Rebecca no es mi…
-¿Ah no? –lo interrumpí.
-Ella es…
-Por favor no me digas algo como: “la chica con quien ando” o “agarro” –dije con fingida voz varonil presumida. –no me interesan detalles morbosos de que comparten saliva o cosas así. –dije tratando de reprimir las imágenes de mi último sueño. No sé qué le resultó chistoso, pero se rió.
-¿Qué? –pregunté enfadada.
-Nada. Solo que yo no… “comparto saliva” con Rebecca. –me explicó.
-Ah. –dije extrañada. Juraba que eran novios o algo por el estilo. –Bueno, en todo caso, no me interesa tu vida amorosa.
-¿Ah no? –preguntó tan bajo que no estuve segura de haberle oído bien.
Limpiamos en silencio por varios minutos, de ese modo no fue tan ardua la compañía de ese, ese, ese modelo monstro. En esos minutos Cooper habrá abierto la boca por lo menos unas tres veces para luego, volver a cerrarla. Una vez estuve a punto de decirle ¿no puedes escupirlo de una vez? Pero me mordí la lengua para no comenzar a pelear.
-Oye. –por fin se decidió a hablar, cuando ya habíamos terminado de limpiar la cafetería y no encontrábamos guardando los utensilios de aseo.
-¿Qué harás… -no era verdad. No lo era. No lo podía ser. -…esta noche? –Ok. Esto era una buena broma, muy buena, enserio.
-Ok, ¿Cuál es el chiste? –me miró extrañado luego de la pregunta.
-No hay chiste. –dijo lento, sin comprender mucho.
-Muy gracioso Cooper. –me reí.
-No te sigo.
-Que es algo, no sé, ridículo o ilógico tal vez que me preguntes eso, como si quisieras invitarme a algo. Como si de la nada, me preguntaras: “¿Quieres ir a una fiesta esta noche?” –iba diciendo mientras me ponía mi bolso y me daba vuelta.
-Charlotte. –me dijo agarrándome de la cintura y dándome vuelta para que lo mirara a los ojos -¿Quieres ir a una fiesta esta noche?
5 comentarios:
NOOOOOOOO! como lo dejas justo ahii! diosmioo me parece qe se acerca cada vez mas esa esscena (L) ajaja teqero
agus
oh mi gosh!!! te matare... lo dejaste ahi...oye q ternurita coop... en verdad lo amo :O:) <3
te quiero y gracias por lo del cap :)
TU HISTORIA ES RE GENIAL YO SIEMPRE HHA PEENSADO QUE DEL ODIO EL AMOR HAY UN SOLO PASO.
YO TAMBIEN TENGO UN BLOG ME ENCANTARIA QUE LO VIERAS TIENE CHISMEES Y MUY PRONTO HISTORIAS.
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ME ENCANTARIA TENER TU OPINION ACERCA DE EL
ame el cap y amo a cooper, es demasiado tierno... como alguien pue ser tan sweet.
bueno, de nuevo me disculpo por no comentarte tan seguido
te quero
:-)
OH MY GOSH ME MUERO!!!!!no lo puedo creer, DIOS me FASCINA tu historia, en serio.escribes muy bien, ya quiero saber lo del proximo capitulo estoy a solo unos "clicks" de averiguarlo.
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