-¡Rebecca! –justo llegó Cooper.
-¡Eddie! –lo saludó sonriendo y luego volviendo la vista a mí amargamente.
-Hablaremos después Copperfield. –dijo secamente volteando a donde todos bailaban y teniendo a Cooper que la abrazaba de un brazo. Este se dio vuelta y me amenazó con la mirada. Di un largo suspiro.
-¿Sabes Adam?
-¿Si, Campanita?
-No puedo creer que haya podido aceptar venir aquí. Mírame, es claro que no encajo, para el gusto de Rebecca. –Me di vuelta de mi asiento para mirar a Cooper bailando con Rebecca pasándolo de lo más bien. –Y ahora estoy hablando con un chico que con suerte recuerda su nombre y cree que le está hablando un personaje de Disney.
-Debe ser frustrante. –me dijo.
-Sí, lo es. –me mordí el labio. –Juro que me vengaré de Cooper.
Me paré del piso en que estaba sentada y el cuerpo de Adam no aguantó más y terminó con la cabeza recostada en el bar donde estábamos sentados.
Sabía que me vengaría de Cooper, claro, no sabía cómo, cuándo o dónde pero, lo haría. De eso estaba segura. Y también que tenía que salir de ahí.
-Permiso. –decía mientras intentaba salir de ese lugar. O era mi idea o la casa se hacía cada vez más pequeña o llegaba cada vez más gente. Al salir finalmente de la casa de la cual no tenía idea de quién era. El viento refrescante me refrescó la mente y calmó un poco. Me senté en las escaleras de la entrada donde pude respirar tranquilamente. De pronto mi estómago rugió como Ali hizo cuando se comieron su salame. Me reí de mí misma, había estado tan ocupada con mis sospechas sobre Cooper que me olvidé de comer.
Empecé a caminar para ir al Mc Donald’s que quedaba cerca pero desde la ventana me pareció ver a Bethany. No, no, no, no, no. Me habría dicho. ¿O no? “Y como recompensa te contaré algo. Pero… mejor, mañana. ¿Ok?” me llegaron las palabras que había dicho el día anterior. Ok, tenía que saber qué estaba pasando. Estaba a punto de entrar a la casa de nuevo cuando me acordé de que mis amigas no sabían nada acerca de, bueno, de que la familia de Cooper era amiga de la mía y bueno… todo lo demás. Guitarras desafinadas, ¿qué hacía? Sacudí mi cabeza. No, no podía verme. Di media vuelta y me mordí el labio inferior. Pero… quería saber qué hacía ahí y con quién. Volví a caminar a la entrada. Toqué la manilla de la puerta, que seguía junta. Pero… Si me veía me preguntaría por qué estaba ahí. Y ni Cooper ni yo queríamos que alguien supiera que, bueno, que alguien supiera acerca de nosotros, no el nosotros, claro, si no toda la cosa. Volví a dar media vuelta. Si alguien me estaba viendo, debería creer que era una demente. Me moví el cabello con mi mano. Abrí la puerta y entré. No hay marcha atrás.
-Beth. –llamé mientras intentaba avanzar a… donde fuera. Me hallé parada en un pasillo dónde había dos puertas. Ambas se abren.
-¿Qué hacen acá? –preguntamos las tres al mismo tiempo.
-No, ustedes. –dijimos de nuevo al mismo tiempo Bethany, Alison y yo.
-Ok, yo primero. –dijimos a coro. Aproveché para retractarme.
-Mejor yo al final. –dije.
-No, no, tú te ofreciste primero. –me dijo Bethany.
-Está bien. –nos calló Alison. –Charlie, tú serás la última. Beth, tú la segunda y yo, seré la primera.
-Ok. –dijimos con Bethany.
-Bueno yo… -comenzó Alison poniéndose roja como una guinda.
-Tú… -le apuró Bethany.
-…estoy saliendo con Zac y él bueno, me invitó a la fiesta…
-Aguarda un minuto. ¿Estás saliendo con Zac Taylor? –preguntó Beth.
-Eh… sí. –admitió tímida Ali.
-No puede ser Ali, ¿acaso sabes acerca de él?
-Pues claro que sí. –dijo firme y segura.
-Entonces sabes acerca de la fama de mujeriego que tiene.
-Sí, lo sé. –yo ni sabía que existía un Zac Taylor en el planeta Tierra. –Pero él no es así. –dijo seria. Di un suspiro.
-Ali, yo ni conozco al Zac ese, pero si tú dices que él no es como se dice está bien, mientras no te lastime claro.
-Gracias Charlie. –me dijo dándome un corto abrazo.
-Mientras te cuides… –le advirtió Bethany.
-Enserio, él es increíble chicas.
-Si tú lo crees así, está todo bien. –le dije con una sonrisa.
-Tu turno. –Alison le dijo a Beth.
-Yo...
-Tú... –la apuré.
-Estoy saliendo con Scott Mckenzie. –dijo cerrando fuertemente los ojos y mordiéndose el labio. Todas pegamos un gritito. Tal vez, por fin, Bethany podría olvidarse de Paul.
-Estoy tan feliz por ustedes. –dije llena de alegría. Dos de mis mejores amigas estaban felices con sus respectivos novios.
-Pero… ¿Por qué lo tenían guardado en secreto? –les pregunté cruzada de brazos.
-Hablemos de eso más tarde Lott, es tu turno. –casi exigió Bethany.
-¿Mi turno? ¿De qué? –me hice la loca.
-Vamos Charlie. –me animó Alison.
-Yo… -¡Puntos suspensivos! ¿Cómo les decía todo? ¿Quería decirles todo? ¿Podía decirles todo?
-Tú… -me apuró Alison.
-Vine a… Esto… Lo siento. –no podía decirles.
-¿Qué ocurre Lott? –me preguntó Bethany.
-Lo siento chicas yo… no puedo, enserio. –estaba realmente angustiada. Nunca había tenido que ocultarles cosas a mis amigas. En eso siento la mano de alguien en mi hombro que hizo que un escalofrío recorriera mi espalda, brazos, piernas, cabeza, bueno, todas mis extremidades.
-Charlotte… vino conmigo. –Miré arriba de mi hombro y vi a Cooper con un tono de voz que podría derretir el corazón de un ogro. ¡¿Qué decía?! Estúpida, tonta, tarada. Lo que quise decir, es que, tenía una voz que… Decidí omitir, anular, eliminar y destruir lo pensado, y lo que seguía pensando… ¡Demonios! ¡¿Qué puercos voladores me estaba ocurriendo?!
4 comentarios:
ame el cap. te qdo muy buenoo, publica pronto para saber qe dicen ali y beth sobre esto ;D
RAAAWR!
me encanto maaili tengo qe hablaar con voss chaaucha
agus
0.O quede plop... yo te juro q no entiendo a este tarado q es imperfectamente perfecto :) ...sube pronto... me dejaste re metida
lo amo, justo en un momento inesperado el viene. ¿la siguio?, ¿que les diran?, ya quiero saberlo.
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