Breve Reseña

Una historia que tiene como protagonistas a Charlotte Copperfield y a Edmund Cooper que comparten un sentimiento mutuo, el odio. Ambos se enfrentarán a una serie de situaciones que solo podrán resolver juntos. ¿Podrán aceptar sus diferencias y sus rivalidades?

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Capítulo 7: Orgullo Parte III

Hola ! ¿Cómo han estado? Espero que muy bien :) Sé que siempre me estoy disculpando por no publicar más seguido y a veces digo promesas que no cumplo pero tuve los exámenes más complicados más las vacaciones en casa de mi papá dónde no puedo usar mucho la computadora y la de mi casa estaba mala :/
Bueno me divertí escribiendo esto hoy día y espero que les guste :)

PD: Muchisimas gracias a todas las que me dieron esos maravillosos premios que lamentablemente no entiendo como responder :/ jajaja soy un asco con la tecnología
besos !!

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- Me parece. –respondió. - ¿Puedo preguntarte algo?

- Sí, claro.- respondí extrañada por el modo en el que me había hablado.

- Ya sé que te caíste al correr hacia acá y por eso tienes toda la ropa empapada…

- Exacto.

- Entonces… ¿por qué tienes tantos pedazos de hojas en el gorro de tu chaleco?

En vez de reaccionar como solía hacer, solté una risita a lo Elizabeth Bennet * y dejé que un leve pero tierno rubor coloreara un poco mis mejillas.

Sin responder, dejé mi taza y plato en el lavaplatos y subí a peinarme un poco.

Me maquillé tan sólo un poco para que no pensara Cooper que era por él, lo sé, paranoia total. Esto ya se estaba haciendo rutina. Y el maldito nerviosismo que también se estaba haciendo rutina no podía seguir así. No podía acostumbrarme a estas nuevas costumbres, ha estos ridículos nervios, la risa tonta y menos a las rabietas. Pensé que ya había superado esa etapa a los ocho años, pero claro, nada está definido o bien terminado cuando estaba Edmund Cooper de por medio. Lo peor de todo es que ya me estaba en serio acostumbrado a todas estas cosas, ya hasta podía admitir (sólo en mi mente claro) que no estaba tan opuesta a que Cooper viniera esa noche a cenar a mi casa.

Chispas, que hacía yo meditando sobre esto, por enésima vez. Claro que no toda era mi culpa, por supuesto que no, no era mi culpa que estando en el siglo XXI aparte de tener que tratar con mis hormonas a los casi 17 años y tener los típicos problemas de todas las adolescentes de mi edad, sumada mi mala suerte y que muchas cosas me vayan cuesta arriba mis padres, mis queridos padres, al parecer se las dieron de padres de hace más de un siglo en dónde los padres elegían a los futuros maridos o novios de sus hijas. Aparentemente, eran amigos de los padres biológicos de Edward Cullen o no sabía que otra explicación sería lo suficientemente lógica como para explicar el por qué el par que me trajo al mundo se estaba comportando así. No había por qué lado sospechar esto, es decir, mi madre siempre ha sido más liberal en cuanto a las relaciones y mi padre siempre ha sido duro de cabeza como para que se le haya ocurrido semejante idea. Obviamente (o eso esperaba) no querían casarnos ni nada por el estilo, tal vez buscaban “nuestra relación” como excusa para tener un trato el cual no pudiese romperse… Sinceramente, no tenía idea de qué ocurría. Lo único que tenía claro era que inevitablemente, ya que ponía todo de mí para que no ocurriera, Cooper comenzaba a gustarme cada vez más, y al mismo tiempo, eso comenzaba a gustarme cada vez menos.

- ¡Lottie! -Me llamó Mary al entrar a la casa. – Mi amor, ya llegamos. –bajé las escaleras y fui a abrazar a mamá y a papá.

- ¿Cómo les fue? –dije abrazándola.

- Estupendo. –dijo mi madre sacándose el abrigo.

- ¿Estupendo? Te estuviste quejando todo el viaje por el…olvídalo. –dijo John.

- Entonces… ¿Todo bien? –pregunté.

- Claro, claro. –me aclaró mamá. - ¡Stella! –llamó.

- Hola Sra. Copperfield, ¿cómo estuvo el viaje? –preguntó amablemente Stella.

- Muy bien, muy bien. –dijo rápido. – Por favor dime que está lista la cena, estoy que muero de hambre.

- Sí, solo que no he colocado la mesa todavía…

- Em, acerca de eso…Edmund viene a cenar.

- ¿En día de semana? – preguntó haciéndose el difícil.

- Papá, hoy es viernes.

- Cierto. Bueno, con razón estás tan arreglada… -dijo bajo.

- ¿Qué? –le pregunté molesta intentando rezar porque no fuera cierto, no quería estar tan arreglada.

Entonces suena el timbre salvando a mi papá de una regañada. Mary se puso algo nerviosa y apuró todo.

- Charlotte encárgate tú de mantenerlo ocupado y nosotras nos encargamos de que todo este perfecto.

- Pero mamá no es necesario…

- ¡Sht! –me calló –claro que lo es. Edgard no abras. Deja que Charlotte lo haga. Vamos, muévanse. –daba órdenes.

Rodeé los ojos. Me sacudí algo el pelo, intenté respirar profundo y me adelanté a abrir la puerta.

- ¿Qué tal Copperfield? Digo, Charlotte. –saludó con una risa encantadora. Respiré profundo antes de contestarle para oxigenar un poco mi cerebro lo cual fue una pésima ya que el delicioso aroma que tenía nubló aún más todo.

- Ya pasa. –le dije rápido tirándolo de la manga hacia adentro.

- ¿Y? –dijo caminando dos o tres pasos lento.

- ¿Y qué? –pregunté con las manos en los bolsillos de mi chaqueta.

- ¿Qué me preparaste para cenar? –dijo sonriendo cómo si en serio lo pensara.

Me reí.

- Claro. –avancé hasta el living y lo invité a que se sentara junto a mí en el sofá marrón oscuro.

- ¿No han llegado tus padres? –dijo buscándolos con la mirada.

- Acaban de llegar, de hecho. Pero están arreglando las cosas para la cena.

Esa fue la última frase que pronunciamos, lo cual me colocó algo nerviosa. Eran como decía Alison los “silencios incómodos” aunque él no se viera de lo más incómodo, de hecho, lo contrario. Aparte de este silencio incómodo, sentía cómo me miraba y no tenía ningún foco dónde no estuviera intentando mirarle lo cual ponía esto más difícil. Luego colocó sus dedos en mi barbilla y me corrió la cara para que lo mirara pero en vez de mirarme a los ojos me inspeccionó, moviendo la cabeza como si estuviera intentando mirar todos los ángulos de mi rostro. No supe cómo reaccionar ni qué decir, entonces me limité a callar. Pronto, sin quitar su mano de mi barbilla, se rió mirando hacia abajo.

- ¿Qué tengo? –pregunté preocupada.

- Nada, sólo me preguntaba si el brillo de tus labios era un efecto de la óptico o bueno, brillo labial. –dijo riéndose. Me ruboricé e inmediatamente giré el rostro.

- ¿Acaso ahora no puedo maquillarme? –protesté mirando el suelo más alejado a mí y moviendo un poco los hombros.

- No dije eso. –dijo serio.

- Pero como estabas riéndote… -seguí llevando mi mano a mi boca a correrme aquel molestado cosmético pero Cooper me agarró de la muñeca justo antes de que pudiera poner mi mano en mis labios. Me miró fijo y más cerca de lo que esperaba.

- Jamás dije que no me gustara. –le agregó a la última palabra una de sus sonrisas torcidas.

5 comentarios:

luciana dijo...

Me encantooo!!!
lo mejor la ultima frase:
" Jamás dije que no me gustara. –le agregó a la última palabra una de sus sonrisas torcidas."
jajjajaj muy wenooo!!!
Besos♥"

Tefi♥ dijo...

Aiiiiiiiiiiiiii me encanto!!!!!!
Muy bueno!! Me encanta Edmund !!!!
Harían una buena pareja (de verdad) ajajjaa
Me gusto cuando se le acerco y le dijo: "Jamas dije q no me gustara" aiii mori♥
Espero el proximo cap yaaaaaa aver q va a pasar!!!!!
Besos!
Cuidate Divina♥

Conny AG dijo...

Holaa!!! no he tenido la oportunidad de decirte que escribes increiblemegaultraguau!!! jajaj de verdad me encanta toda tu nove!!! ya soy tu Fan!!! me encanto!! no la dejes asi!! siguela por fis!! :D

Anónimo dijo...

HOLA! BIENVENIDA DE NUEVOO! ESTABA TAN TRISTE PORQUE NO PUBLICABAS! PERO ESTAS DE REGRESOO NO TE PREOCUPES TE ESPERARE EL TIEMPO QUE SEA PARA QUE TERMINES LA HISTORIA! (: Amo a EDMUN <3 Y YA QUIERO SABER MAS SOBRE EL VIAJE DE LA ENCUESTA (:!
Saludos
xoxo

Aranza Boog dijo...

Muy bueno!! lee mi blog porfaa! a ver si te gusta ! y recomiendalo!! :D me encanta tu blog !! sigue así ;) <3