Breve Reseña

Una historia que tiene como protagonistas a Charlotte Copperfield y a Edmund Cooper que comparten un sentimiento mutuo, el odio. Ambos se enfrentarán a una serie de situaciones que solo podrán resolver juntos. ¿Podrán aceptar sus diferencias y sus rivalidades?

lunes, 14 de noviembre de 2011

Capítulo 9: Atrapados parte II

Pero en el quinto chillido más o menos las luces comenzaron a titilar. Al parecer me veía preocupada porque Cooper me dijo: “Debe ser parte del juego” para tranquilizarme, pero las luces después de apagarse por octavo vez no volvieron a prenderse.

Si antes estaba asustada, no podría describir cómo estaba en ese entonces. En completa oscuridad con miles de artefactos diseñados para intentar matarme de un infarto al corazón. Tampoco estaba completamente segura si esto era parte del juego o no. Al parecer Cooper estaba con la misma duda.

- No te alejes, que si es un apagón, tardaremos en salir de aquí. –dijo de pronto vi una luz anaranjada. Esa luz venía de Cooper que ya estaba sentado en el suelo con un encendedor en las manos. Viéndome obligada a permanecer encerrada con un sujeto de lo más desagradable en un lugar que me daba más miedo ahora que no podíamos salir de ella.

Él parecía de lo más relajado, sin miedo ni nada, de hecho, hasta parecía un poco aburrido. Me senté a su lado con unos cuatro metros más o menos de distancia entre nosotros que se iban acortando cada vez más casi involuntariamente por mis miedos.

- No te importa que me siente aquí, ¿no? –le pregunté más amistosa que antes, mientras abrazaba el osito de felpa. Así, asustada y con un peluche me veía de lo más adulta.

- Si es lo que quieres. –dijo despacio. Se notaba que seguía enfadado por cómo reaccioné anteriormente porque o si no hubiera tomado mi pregunta retorciéndola y respondiéndome alguna estupidez como que si quería me podía sentar encima de él o cualquier otro comentario así.

Me arrepentí de haber despreciado su ayuda pero luego me acordé de la vez que lo vi besándose de lo más enamorado con Rebecca y me arrepentí de arrepentirme. Pero aunque tuviera esa discusión en mi cabeza también tenía susto por todo lo que se llama cuerpo.

Para no tener que mirarlo a él, me fijé en las murallas, que tenían talladas caras horrendas e inevitablemente me separé de ella. Eran pocas cosas las que podían verse ya que sólo estábamos alumbrados por un encendedor. No había nada que me distrajera de mis miedos, ni el hecho de estar encerrada en un lugar con Edmund Cooper.

A continuación mi estómago rugió más fuerte que la mayoría de los monstruos habían rugido esa noche y me avergoncé porque se escuchara tan alto en un lugar tan silencioso.

- Ten. –me dijo Cooper pasándome el encendedor y luego buscando algo en su mochila. De la nada me sacó el encendedor de la mana y puso un chocolate en su lugar. Lo miré con los ojos brillantes.

- Muchas gracias. –dije feliz por mi estómago y por mí. Esto relajó un poco el ambiente para mi gusto.

- ¿Quieres? –le dije ofreciéndole la mitad.

- No, gracias. Es tuyo. –me dijo y lo miré con una sincera sonrisa antes de dar un merecido mordisco al chocolate que me había dado.

- No creas que es por ti, es solo que no quiero escuchar a tu estómago de esa manera. –dijo “excusándose” de su buen acto. Pero en vez de enfadarme como lo hubiera hecho del no pensar dos veces, como siempre, me reí. Me miró sorprendido.

- ¿Siempre fuiste así? Haciendo cosas buenas por otros pero de una manera en la que nadie se ve o sienta agradecido ya que te las ideas para eso. –inferí con una nueva teoría sobre él mientras daba una nueva mascada a la barra de chocolate.

Me miró sorprendido. Pero yo fijaba mi vista en el chocolate, así era más fácil concentrarme al hablar con él.

- No lo sé. Creo que sí pero no soy con todos así. –dijo serio pero más relajado que antes. No sabía si tomarme el último comentario a mal, como si fuera personal, o tan solo como si me hubiera dicho que los pandas comían bambú.

- ¿Y tú? –me preguntó ahora con otro tono más…menos serio, más… él.

- ¿Yo qué? –pregunté curiosa.

- ¿Siempre fuiste así? –preguntó acercándose más mientras mantenía el encendedor con la mano más alejada de nosotros.

- ¿Así cómo? –le pregunté despacio sin entenderlo, cómo siempre.

- Así de miedosa, inteligente, testaruda y linda. –dijo limpiándome el labio inferior con uno de sus dedos. No aguanté la tentación y dejé que me besara. Dejé que me besara cómo si me hubiera obligado, los besos son de a dos.

3 comentarios:

Gaby Mota dijo...

maldita sea
por que siempre los cortas
en los momentos mas importantes
te odio
no cierto
ash otra vez me dejas con la intriga
malvada
pero en fin
adios

nos vemos guapa

Gonzaleeta dijo...

Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaw lo ameeeeeeeeeee lo ameeeeeeeeeeee lo ameeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee no sabes cuantooo AMOOOOOOOOOO TU NOVELAAA SOY SUPER ADICTAAAA A ELLAAAA ES DIOX LKO MAXIMOOOOOO
aff cooper..... me tieneee malll :) :$ lo amooo
WIII se besaronnnn
ya quiero saber que pasa en el proximo cap diossss espero con angustiaaaa cuidateee guapaa
se te quiere un beso.

Tefi♥ dijo...

me moriii!!!!
sin palabras!!!
me encantoo!
espero el prox cap!!
besos!