Ambos nos miramos a los ojos, me miraba dulcemente. Por unos segundos no separábamos la mirada, tan sólo los miramos, como si pudiéramos sentir y saber todo lo que el otro sentía y pensaba. Por fin veía un lado de Cooper que no era inmaduro, infantil, tonto y superficial, era un Cooper preocupado, sensible, dulce y amable. Tengo que admitirlo, que a pesar de ser algo triste, fue un lindo momento.
No pude evitar sonreír y morder levemente mi labio inferior, claro que no pude evitarlo, fue algo casi automático, involuntario. Pronto Cooper comenzó a acercarse cada vez más, tenía los nervios a flor de piel, no sabía qué hacer.
- ¿Qué haces? –dije en un hilo de voz.
-Refrescándote la memoria. –dijo mirándome juguetón y con esa típica sonrisa suya hacia un lado y los ojos burlones. –pasé de mi tímido rubor a un color magenta intenso. ¡Qué duchas resbaladizas estaba diciendo! Me senté derecha y cuando estaba a punto de dar el grito de mi vida me acordé de que estábamos con Miranda. Traté de contenerme por unos instantes.
-Miranda… -la llamé tratando de poner el mejor tono posible.
- ¿Si? –preguntó sin quitarle la mirada a su juego.
- ¿Te molesta si le muestro el balcón a tu hermano por unos segundos?
-Para nada. –dijo en tono serio pero despreocupado al mismo tiempo.
Ni pude decir un “gracias” o algo, me limité a asentir, caminar hasta salir de mi habitación y meter a Cooper en la primera puerta que encontré. Que, casualmente, fue la sala dónde solía practicar las actividades que más me gustaban; como dibujar, tocar la guitarra, leer, escribir algún que otro verso, etc. Esa era una habitación privada, ninguna de mis amigas habían entrado a ella, pero en esas circunstancias ni mi privacidad ni nada me importaba más que ahorcar a Cooper del Golden Gate de San Francisco, que llorara de miedo y solo yo tuviera el botón que podía salvarlo, y grabaría en mi memoria sus llantos y me reiría maléficamente; ya hasta podía verlo en mi mente.
Lo quedé mirando por unos instantes, sin saber por dónde empezar.
- ¿Po-por qué dijiste eso? –le pregunté intentando disimular mi nerviosismo. Cooper pegó una risotada.
-Vamos, Copperfield. Ambos sabemos lo que pasó ayer, ¿o no? –dijo divertido.
-De-deja de hablar estupideces, sabes que no entiendo ni media palabra de lo que dices. –mentí intentando mirar hacia cualquier lado menos a él. –No recuerdo casi nada de lo que ocurrió anoche. –dije avergonzada mirando hacia al suelo, mientras apoyaba mi cuerpo en la pared.
-Mírame. –me dijo levantándome el rostro con dos dedos en mi barbilla para que lo mirara a los ojos. Su proximidad me tenía con la piel de gallina, pero al mismo tiempo estaba enfadadísima, con él… y conmigo.
Intenté por todos los medios no mirarlo, pero me fue imposible, debido a la firme pero delicada presión que estaba haciendo para que lo mirara.
-Ahora dime, ¿estabas o no consiente de que nos besamos? Créeme que sabré perfectamente si mientes o no, Copperfield, eres pésima mintiendo. –me dijo suavemente y sonriendo con la última parte, claro, él se creía muy chistosito, el payaso.
No sabía qué mangos mexicanos hacer, ¿seguía negando? ¿Admitiría la verdad? ¿Seguiría inventando excusas o…qué?
-En serio, no sé de qué estás hablando. –intenté mentir de lo mejor posible, pero debo admitir que ni a mí me resultó convincente. Volvió a reírse.
- ¿Por qué no admites que me besaste y ya? –Indignación, en-el-límite, al-borde del-colapso.
- ¿Qué YO TE BESÉ? Pues perdóname, pero por lo que yo recuerdo, ¡fuiste tú el que me besó! –dije tan fuerte que casi fue un grito colosal.
- ¡Ves! Admitiste que sí lo recuerdas. Aparte si mal no recuerdo, si yo no me hubiera adelantado, tal vez tú si me lo habrías dado, dado a que tú me estabas seduciendo.
No pude evitarlo. Fue algo que se me escapó de las manos, literalmente. Simplemente… fue algo involuntario.
Cooper sonrió secamente.
-Bueno, por lo que veo, recuerdas lo suficiente como para pegarme tan fuerte. –dijo con una sonrisa seca, llevándose una mano a la mejilla.
-Lo siento. –dije confundida. Creo que me había pasado un poco, pero tampoco estaba tan arrepentida. Miré a otro lado, sin saber qué decir, sin saber qué hacer.
- ¿Sabes algo? –le pregunté sin mirarle a la cara. –Creo que nuestro trato no está del todo bien. –dije seria.
- ¿A qué te refieres?
-Que creo que no está funcionando. Deberíamos cambiarlo. Creo que ambos sabemos que entre nosotros jamás podrá haber algún tipo de “amistad”, y si seguimos con este plan, nos tendríamos que estar viendo una y otra vez hasta… no sé.
- ¿Cuál es tu punto Copperfield? –aunque no lo estuviese mirando, podría afirmar que él estaba mirando hacia el suelo.
-Quiero que hagamos que nuestros padres se odien. –le dije mirándole por fin a la cara.
- ¿Qué?
12 comentarios:
o mi dios :| suga :)
WOW! me encanto! solo tengo una duda... y Max? tengo curiosidad por el... es raro! jaja
hola!!
que lindo y que mal!!
no se besaron:( jiji ya qe
bueno por favor publika
pronto bye kuidare besos
Santa Cachucha¡¡¡¡ ahaahhahhah
esta demaciado bueno el cap¡¡
AAHAHAAH encerio van a hacer que se odien?? chan chan chan¡¡¡ jajjaaja
Bye¡
Besos
P.D: podrias pasarte por mi blog??
elviajeamifelicidad.blogspot.com
Es mi primera historia.. es de ficcion o hum... noc.. el hecho es que no es de humanos XD
Espero que te guste ^^
NOOOOOOOOOO! AH MUERO WEON NO NO PUEDE SER!
BELU
Hola Emma!
OMG! AMOOOO el cap!!!
Me enkntooo, enserio escribes super ^^
Aunq q mal q no se hayan besado jejeje
Lottie y sus ideas ¬¬ no kiero q sus padres se odien! aunq sería gracioso ver como lo intenta XD
Sigue escribiendo así de genial *.*
Publik Pronto
KiSsEs, DaNy
AAAAAAH ! muerooo ! esta muy bueno... publica proonto
:O o por dioos!
ameee tu historiaa
ojala puedas publicar pronto (:
saludos
:O no tengo palabras... q tierno cooper! lo amo en serio.... pero q sus padres no se odien... q mal
Q pasada de blog!!!!
Escribe PRONTO POR FAVOR!!! No aguanto la espera!!! ;)
Besos, sigue así!!!!
Oooooooo!!!! Poor dioos! Me encantaa este bloog! :)
Siguee publicandoo qe estaa geniaal!! :D
ahhhhh me encantó!!!!!!! amo a Cooper
sigue escribiendo!!1
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