Breve Reseña

Una historia que tiene como protagonistas a Charlotte Copperfield y a Edmund Cooper que comparten un sentimiento mutuo, el odio. Ambos se enfrentarán a una serie de situaciones que solo podrán resolver juntos. ¿Podrán aceptar sus diferencias y sus rivalidades?

martes, 8 de junio de 2010

Capítulo 2: Castigo Parte II

Feliz martes 8!!! ¿Saben por qué es tan importante este día? Bueno, la verdad yo tampoco lo sé pero probablemente alguien esté de cumple, ¡feliz cumple! ya mejor les dejo el resto del capi, que al final fue largo asi que para dividirlo, este pedaso tal vez no sea tan interesante pero tengan paciencia serán recompensadas ;) hahaha, dejo de molestarlas con mis locuras y aquí les dejo la segunda parte, bechoss!
PD: Me alegra mucho que le guste mi blog Vale y Gabi en serio me pone muy contenta! Por eso este capi está dedicado a ustds dos!

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-Buenos tardes señorita Charlotte. -me saludó Edgar al abrirme la puerta.
-Ay Edgar, ¿Sabes cuántos años has estado trabajando con nosotros? -le pregunté yendo a la cocina mientras él seguía mis pasos.
-20 años madame, un año antes de que el señorito Justin naciera.
-Exacto, ¡20 años! Más años de los que tengo, o sea me conoces de toda la vida, ¿cierto?
-Eso creo señorita.
-Entonces, dime Edgar, ¡¿Cuándo rayos vas a dejar de ser tan formal conmigo?!
-Lo siento seño- digo, Cha-char-...
-Vamos Edgar no es tan difícil, hasta mi tonto hermano a los 2 años decía mi nombre: Charlotte. -le dije en amablemente mientras aproveché para molestar a mi hermano, últimamente estaba extrañando nuestras discusiones y peleas, hasta cuando me molestaba diciéndome monstruo, aunque no lo admitiría.
-Charlotte -dijo con dificultad.
-¡Bien! -dije abrazándolo.
-Edgar, ¿dónde está Stella?
-Creo que en la cocina, señorita. ¡Ay! Lo siento.
Suspiré.
-Bueno, creo que necesitarás práctica, ¡nos vemos! -dije yendo hacia la cocina.
-Ste… ¿Mamá? ¿Qué haces acá? -pregunté sorprendida, era realmente raro encontrar a Mary relativamente temprano, y más en un lunes.
-¿Acaso no puedo estar en mi propia casa?-me preguntó sonriendo, no entendía su comportamiento.
-¿Ah? -y en eso siento a alguien abrazándome por la espalda.
-¿No vas a saludar a tu querido hermano?
-¡Justin! -dije ahora abrazándolo llena de alegría, pero, ¿cómo era posible que siguiera creciendo?
-¡Monstruo! -dijo ahora levantándome en los aires.
-Qué no me digas así, -dije pegándole en el hombro.
-¿Estás llorando monstruo? ¿Acaso los monstruos pueden llorar? -Se preguntó tocándose la barbilla. No me había dado cuenta de que se me habían escapado unas lágrimas.
-Tonto, -Dije sacándome las lágrimas.
-¿Y cuándo llegaste?

-Hace unos minutos, mamá y Bailey nos fueron a buscar al aeropuerto y... Por cierto, ¿Dónde estabas?
-Eh, en el instituto. -murmuré.
-Hasta tan tarde? -Preguntó confundido, por lo menos, Mary ya se había ido a su habitación.
-Bueno, estaba castigada. -Dije avergonzada.
-¿Tú? Pero siempre has sido un monstruo responsable y casi nerd.
-Gracias hermano, yo también te quiero. -dije sarcástica.
-Hablo enserio, no comprendo, ¿por qué estás, tú, castigada?
-Es algo largo..,
-Tengo tiempo.

Luego de explicarle, y, pensando, que mi hermano sería sobreprotector como cualquier hermano mayor en el famoso planeta Tierra, se irritaría y se molestaría con el sujeto que molestaba a su hermana, pero claro, Justin se quedó pensando al respecto unos minutos para luego empezar a reírse sin piedad de mí.
-¡Ay! ¿De qué te ríes? -le pregunté furiosa.
-Solo a ti te podría pasar eso. -se reía -más encima el cobardica de ese niño salió pitando dejándote sola, con razón lo estaban molestando ese grupito de niños, ¿qué habría hecho?
-No justifiques a Cooper. -dije molesta.
-Aguarda. -dijo serio.
-¿Qué?
-¿Ese chiquillo es el mismo Cooper, hijo del tal vez el nuevo socio de papá? -Justin estaba más atento de lo que esperaba. Me quedé muda, ¿Decía o no la verdad?
-¡Hijo! -gritó John desde la puerta de la cocina con los brazos abiertos, salvándome. Justin me dirigió una rápida mirada algo preocupada luego de abrazar a papá.
Oh. Oh.
Fiu... Tenía que inventar algo rápidamente, o por último algo simple pero practicar la mentira ya que era pésima mintiendo.

La atención de toda la casa era para Justin, durante la cena Justin nos contó algunas anécdotas bastante divertidas. Mamá no salía de su felicidad, papá tampoco estaba muy lejos. Le pregunté a Justin por Max, ya que había mencionado que Mary y Bailey los habían ido a buscar.
-Max está bien, algo complicado con los estudios, pero bien. Y, ¿cómo están los demás Thorton?
-Muy bien, el viernes pasado los fui a ver. Frank tiene novia.
-¿Enserio? -me preguntó contento, Frank era como su hermano menor.
-Síp, se llama Rose, es muy linda y simpática.
-Mañana iré a visitarlos.
-¡Iré contigo!
-Pero Lott, tú no puedes ir.
-¿Por qué no puede ir? -preguntó John.
Los dos nos callamos. Genial, ahora, ¿qué se suponía que debía decir? Justin fue más rápido que yo.
-Porque tiene que hacer un trabajo de historia para el viernes.
-Exacto -seguí -es una largo proyecto, en grupo, por eso estaré el resto de la semana ocupada hasta tarde en casa de, esto, Bethany. -mentí terriblemente.
-Hmph. -bufó no muy convencido pero lo suficiente para no preguntarme más al respecto.
-A casa de Bethany, mm, podríamos ir mañana juntas, así aprovecho de charlar con Anne,-mamá de Beth- hace tiempo que no nos tomamos un café juntas.
-¡NO! -Grité. Todos quedaron mirándome extrañados menos Justin que tosía para ocultar su risa. -Digo, no puedes porque, parece que está de viaje. -Mentí con tono despreocupado muy fingido obviamente.
-Qué lástima -dijo apenada sin darse cuenta en absoluto lo mal que estaba mintiendo, pero papá me miraba algo desconfiado. Al parecer, le restó importancia.
-¿Charlotte?
-¿Si papá? -Dije algo temerosa.
-¿Viste hoy a Edmund Cooper? -me atoré con el vaso de agua que estaba bebiendo. Mary me dio unas palmaditas en la espalda para que se me pasara.
-No, -tosí -no tuve el honor.
-Acaso, ¿no compartes alguna clase con él?
-No, creo que antes estaba en mi clase de Historia pero la cambió o lo cambiaron.
-Ah.
Justin no dejó de mirarme con un rasgo que nunca había visto en él, preocupación.

Con la excusa de tener sueño me fui a mi habitación a “dormir” a las 8:45. Así, Justin no pudo averiguar si lo que creía era cierto o no.

Antes de ponerme el pijama vi que tenía dos llamadas de Bethany. No dudé en llamarla inmediatamente.

-¿Aló? –contestó su hermano Cameron.

-Buenas noches, ¿tengo el honor de encontrar a Bethany Davis? –bromeé tapándome la nariz para que sonara gangosa, ya que Cameron solía hacerme bromas, era hora de que se las devolviera. Me explico Cameron tiene algo que, ¿cómo lo puedo decir? Tiene una obsesión por su hermosa cabellera dorada, sí, eso podría decirse.

-Sí, ¿quién es? –preguntó confundido.

-Soy Petunia, quería avisarle a Bethany que la cita que pidió con el peluquero para su hermano fue cambiada para el jueves.

-¡¿Qué?!

-Lo que oyó señor, ¿no escucha bien?–seguí, tratando de aguantar la risa.

-No Petunia, anule la cita, nadie pondrá las manos encima de mi cabello. –dijo serio. -Bethany me las pagará. –masculló. No pude más y estallé de la risa.

-¿De qué se ríe Petunia? –dijo ahora más confuso.

-Has caído Cameron, soy yo, Charlotte. –dije entre risas las cual él siguió después.

-Esta me las pagarás Lott, nadie juega conmigo ni con mi cabello.

-Ok, ok. Ahora pásame a Beth. –Oí cómo llamaba a Bethany y luego los pasos de esta al bajar por las escaleras.

-Lott. –me saludó aliviada.

-Hola Beth. Siento no haber contestado tus llamadas al celular pero se me quedó en la mochila y luego Justin llegó y… larga historia. Ahora cuéntame, ¿qué pasó? –la oí suspirar del otro lado de la línea.

-No aguanto más Lott, te juro que no puedo. –me dijo con voz angustiada.

-Vamos, dime que te pasó por favor. –no soportaba oír a un amiga triste.

-Paul. Se ha enojado conmigo.

-¿Por qué?

-No sé, por una estupidez, pero eso no es el mayor problema.

-¿Entonces cuál es?

-No soporto viéndolo como un perrito faldero delante de Rebecca. ¿Cómo no se da cuenta que esta lo usa? ¿Cómo no ve lo pesada y superficial que es?

-No sé Beth. Pero yo que tú, dejaría de decírselo, dejaría que él se diera cuenta solo.

-¿Tú crees?

-Sí, enserio. Pronto verá que la otra no le da bola.

-Ok.

-Ya, tranqui. Nos vemos mañana.

-Cuídate, chao. ¡Ah! Espera, gracias Charlotte.

-No hay de qué, adiós.

Al colgar, cerré las cortinas, me puse el pijama, me lavé los dientes e hice la tarea de matemáticas que no había tenido tiempo de hacer antes.

A la mañana siguiente me levanté temprano y me fui tan rápido que hasta me salté el desayuno. Todo para evitar la conversación pendiente con mi hermano.

3 comentarios:

gabitaa trilliza! dijo...

mde encanto el cap ... pero algo me dice que yo no soy esa gaby :)
wuajaja
cuidate

luciana dijo...

muy bueno este capitulo!!!!!
me encanto!!!
besos!

Gaby Mota dijo...

muy interesante histori
sigue asi
y haz que me sorprenda aun mas

me ENCANTA tu Novela